domingo, 12 de diciembre de 2010

Nadie como tu

Nadie como tú para hacerme reír,
nadie como tú sabe tanto de mí.
Nadie como tú es capaz de compartir
mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir.
Tienes ese don de dar tranquilidad,
de saber escuchar, de envolverme en paz.
Tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.
Solamente tú lo puedes entender
y solamente tú te lo podrás creer.

(…)

Y pasarán los años y siempre estarás buscando un plan
para que se hagan realidad los sueños que
soñábamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedará por vivir.

(…)

Y sin hablar, solo al mirar, sabremos llegar a entender
que jamás ni nada, ni nadie en la vida nos separará.

El griterío hizo que la castaña se despertara, Paola, su mejor amiga, estaba mirando “La sirenita” en Disney Channel y cantaba a todo pulmón “Bajo el mar”. Miró el reloj, eran exactamente las siete treinta y siete de la mañana y se preguntó qué clase de manera de empezar el primer día de vacaciones era esa. Cualquier persona normal aprovecharía para dormir todo lo que no había dormido en el año entre exámenes y tareas, y ella estaba ahí, despierta a las siete y treinta y siete de la mañana con su mejor sonrisa en la cara. Pero cómo no iba a sonreír, había pasado una de las mejores noches de su vida y encima tenía a su mejor amiga al lado, acompañándola como siempre.

Se detuvo a mirarla unos instantes y agradeció internamente que esa morocha de escasa altura se hubiera cruzado en su camino. El único defecto que tenía, era que no tenía defectos (aunque capaz también tenía el ego un poco alto). La admiraba y no le daba vergüenza decirlo. Admiraba a su mejor amiga y cada día agradecía, a quien tuviera que agradecerle, que Mariana se encontrara en su vida.

-Bajo el maaaar-Empezó a cantar junto con ella a los gritos, mientras bailaban frenéticamente.

Una vez finalizada la canción se miraron y estallaron en carcajadas. No solo eran muy risueñas, sino que además, con tan solo una mirada se entendían a la perfección, y eso no lo lograba cualquiera. Sobre todo porque Luana solía ser bastante reservada. Era simpática y sociable, pero solo unos pocos la conocían tan bien.

-Está tan bueno Eric…-Soltó con un suspiro enamorada, mientras veía al protagonista de la película paseándose por la playa sin remera.

-¡Es un dibujito Lu!-Le dijo escandalizada la morocha-Pero a mí también me gusta…-Admitió y volvieron a reír.

La vida con Paola al lado era muchísimo más fácil, no tenía dudas al respecto. Era mucho más divertida también, no podían pasar ni un minuto sin reírse a carcajadas, como si les hubieran contado el mejor chiste de todos.

-Te voy informando que Eric es mío…-Le dijo con suficiencia la castaña, y Paola puchereó-Bueno, está bien, los días pares es mío, los impares tuyo… ¿Te parece?

-Me re parece, entonces los días pares voy a ver a mi pela, y los impares me quedo con el dibujito más lindo…-Aceptó con una sonrisa, y Luana instantáneamente recordó que su mejor amiga tenía que contarle algo.-Sí, ahora te cuento…-Y con Mariana no necesitaba hablar.

-Dale Pao, me muero de intriga, el pela no puede ser tan tierno…-Admitió pensando en lo que él había hecho por su mejor amiga.

-Bueno está bien, te cuento ahora…

Flash Back

Juan Pedro y su novia se encontraban en el departamento del primero. Después de haber estado juntando la plata por años, había logrado comprarse un departamento en Belgrano y con Paola lo estaban decorando, para que él pudiera mudarse cuanto antes. Con sus veintitrés años ya no quería vivir más en la casa de sus padres, por lo que no dudó un instante en comprar ese departamento.

Juan Pedro había comprado dos latas de pintura azul para su pieza, y ambos jóvenes se encontraban en la habitación, con ropa vieja y pinceles en mano dispuestos a pintar.

Estaban los dos en silencio, concentrados en su tarea, cuando el castaño decidió pintar la punta de la nariz de la morocha, para volver a mirar hacia delante, como si nada. Paola lo miró y no tardó en pintarle el cachete, de manera tal que se formó una guerra de pintura azul entre los dos.

Minutos más tarde, agotados por la risa y la guerra de pintura, se sentaron en el piso para poder descansar un rato, antes de seguir ensuciando todo, pero las carcajadas eran más fuertes que la morocha, que no tardó demasiado en volver a reírse, aunque fue acallada rápidamente por un beso de su novio.

Se separaron cuando la necesidad de respirar se hizo presente. Se miraban a los ojos con una sonrisa en sus caras, hasta que Paola desvió la vista y cortó el silencio.

-¡Ay mirá!-Exclamó enternecida mirando una de las tantas manchas en la remera de Juan Pedro-Tiene forma de corazón, y está a la altura del corazón…-El castaño miró la mancha y sonrió.

-Azul, y es que este amor es azul como el mar azul, como de tu mirada nació mi ilusión…-Le cantaba él, a medida que iba acortando la distancia que los separaba, hasta que la falta de aire hizo que se separaran, y él volvió a hablar-Ya sé que no es el lugar más romántico, pero tengo un regalo para vos…-Le avisó-Esperame acá

De un salto, el rapado se levantó y abandonó la habitación, dejando a Paola un tanto confundida e impaciente, sentada en el medio del futuro cuarto de su novio. Segundos más tarde, lo vio aparecer con una sonrisa de oreja a oreja, mientras se acercaba lentamente.

-Tomá, son para vos y para que invites a quien quieras…-Le dijo feliz, entregándole dos entradas para el único recital de Voz Veis en Buenos Aires.

La morocha entró en shock, no lo podía creer, abrió los ojos como platos y cuando pudo asimilar lo que estaba ocurriendo gritó como si fuera Luana. Se colgó del cuello de su novio y comenzó a besarlo reiteradas veces.

-No podés ser tan perfecto Pedri

-Y bueno, cada uno hace lo que puede…-Dijo en un tono agrandado y Paola lo volvió a besar.

-¿Venís vos conmigo?-Le preguntó y el rapado negó-¿Cómo que no?

-No puedo mi vida, me tengo que juntar a hacer un trabajo con los de la facultad…

-¿Un viernes a la noche?

-Sí, es para el sábado y sino no llegamos…-Le explicó y su novia asintió.

-Entonces le digo a Lu, se va a morir cuando le cuente…

Y sin decir nada más, agarró su celular para llamar a su mejor amiga.

Fin del Flashback

-Y ahí fue cuando te llamé para decirte lo de las entradas y vos me dejaste sorda del grito que pegaste….-Finalizó la morocha mientras Luana sonreía.

-Ay, este pela se pasó…-Le dijo recordando el recital.

-Igual me parece que acá la que tiene que contar es otra… ¿Qué pasó con Gas?

Gastón Ramírez era compañero de facultad de Luana, cuatro años más grande, sociable y simpático. Muy amigo de Juan Pedro, razón por la cual habían empezado a hablarse con Luana. Se habían conocido en el cumpleaños número veinte del rapado, y semanas más tarde se cruzaron en la facultad, empezando así con una historia que había atrapado a la morocha.

Luana suspiró enamorada.

-Resulta…

Flashback

Las dos amigas acababan de ingresar al estadio donde sería el show. Juan Pedro había conseguido VIPS por lo que se encontraban a pocos metros del escenario, esperando a que aparecieran los miembros de la banda en escena.

Estaban charlando animadamente cuando Luana sintió que alguien la abrazaba por detrás y se apoderaba de su cuello, dándole besos. Se sobresaltó, pero no tardó demasiado en darse cuenta de quién se trataba. Era él y su forma de saludarla que a ella le molestaba tanto.

Por la alegría de su amiga entendió que Gastón había llegado acompañado del castaño que le robaba el sueño a Paola desde hacía un buen tiempo. Segundos más tarde lo vio al castaño acercándose a besar a su mejor amiga y sonrió. Eran la pareja perfecta.

Finalmente, el pelicorto había soltado el cuello de la castaña, para depositar un largo y ruidoso beso en su mejilla, antes de saludar a Paola, que miraba la situación con una sonrisa.

-No conseguimos cuatro VIPS juntas, así que nosotros vamos a estar más adelante-Explicó el rapado hablándole a las dos chicas-Aunque me gustaría compartir el recital con vos…-Le dijo en secreto a su novia, pero para Luana no pasó desapercibido.

-A mí no me molesta que te la quieras llevar, después de haberme pagado el VIP, lo menos que puedo hacer es dejarlos estar juntos…

-No todo es lo que parece…-Dijo Juan Pedro mirándolo a Gastón-Pero bueno, ya me diste el sí, así que me la llevo, nos vemos a la salida chicos…- Y sin darle tiempo de hablar a la morocha, se la llevó.

Luana los miró alejarse con una sonrisa y suspiró. Estaba feliz de que su amiga estuviera tan enamorada, y de que él la correspondiera, pero no tardó demasiado en caer en la realidad y recordó lo que había dicho Juan Pedro.

-¿Por qué dijo que no todo es lo que parece?-Le cuestionó al rubio, que se había acomodado a su lado y lo vio sonreír. Agradeció estar sentada, porque sino sus piernas le habrían flaqueado.

-Él no pagó todas las entradas…-Empezó a decir Gastón-Yo también pagué…

-¡Y sí! Pobre chico, es demasiada plata, voy a tener que hacerle un buen regalo al pela…-Lo interrumpió Luana.

-Tampoco, él no pagó tres entradas, pagó la suya y la de Pao nada más…-Explicó y la castaña entendió lo que le había querido decir.

-¿Me estás jodiendo?-Preguntó. Gastón negó-¿Me pagaste la entrada al recital? ¡Estás loco Gas!-Él rió

-Pensalo como que es a modo de perdón por darte tantos besos en el cuello y hacerte enojar, sabiendo que no te gusta… y por bancarme en las previas a los parciales, cuando me pongo insoportable… y por escucharme cada vez que necesito hablar con alguien…

-¡No, no y no! ¡No podés ser así Gastón!

-¡Shhh!-La calló-Ya empieza, disfrutá en vez de enojarte-Le pidió y ella no pudo más que hacerle caso.

Cómo no iba a hacerlo si se lo pedía con esa sonrisa tierna y con esa mirada. Cómo no iba a hacerlo si era el rubio de ojos celestes más lindo que había visto, aunque no quisiera admitirlo.

Voz Veis se presentó y el lugar estalló en aplausos y gritos. El recital empezó con “Un pedacito de tu querer”. Luana gritaba y lloraba de la emoción, mientras que Gastón le cantaba al oído.

-Y cada noche mato a besos a mi almohada imagino que es tu espalda…-Le cantó y un escalofrío recorrió a Luana.

Estaba viviendo demasiadas cosas, y ella no estaba preparada para tantas emociones en tan poco tiempo. El corazón le latía a mil por hora, y no tenía ni idea de cómo no se había desmayado aún.

Una nueva canción empezaba a escucharse, y Luana aprovechó para cantarle al rubio.

-No me hables al oído que yo sé que estás acá…-Cantó la castaña mirando al frente, pero el pelicorto entendió que se lo estaba diciendo a él, aunque poco le importó.

-Siempre duermes conmigo, tú me cuidas al soñar…-Cantó él todavía más cerca suyo-Atrapas mis canciones porque sabes que al final, de tantos corazones, no hay otro que quiera igual…-Siguió cantando y ella lo miró. Gastón sonrió y siguió con la canción-Esos ojos que me miran son luceros que dan luz en pleno día…

Y ya era imposible prestarle atención a Voz Veis. El mundo había desaparecido por completo. Gastón le sonreía descaradamente y Luana no reaccionaba. Gastón acortaba la distancia entre los dos y Luana creía morir. Gastón la besaba y Luana moría de amor.

No solo la había besado sino que el resto del recital lo pasaron abrazados, entre besos y cantos. Más adelante tendrían tiempo de hablar, por el momento se dedicaban a disfrutar de lo que estaban viviendo.

Fin del Flashback

-¡Me muero!-Dijo emocionada la morocha-¿Y después mi pela es el tierno?

-Como tu pela no hay… pero admito que Gasti es increíble también… aunque no se compara con Eric…

-¡Bueno eh! Que hoy es día impar, así que está conmigo…

-Esté con quien esté, es incomparable…

“Soy yerbatero, vengo a curar su mal de amores” Empezó a sonar, y la castaña inmediatamente se puso a bailar de una manera extraña. Había inventado un supuesto paso de baile para esa canción que le había hecho escuchar su amiga.

Paola no pudo evitar reírse de lo que hacía su amiga, mientras iba en busca del celular de Luana, que parecía no querer moverse. Le entregó el celular y la cara de la castaña cambió.

-Mi vieja…-Explicó mientras abría el mensaje.-La verdad no la entiendo, se enoja cuando le digo hola, y ahora me manda mensajes preguntándome cómo estoy y cómo lo pasé en el recital…-Agregó indignada tirando el celular en la cama.

-Que no decaiga Lu, no podés dejar que te arruine el momento, menos después de la noche de ayer…

-Sí, ya sé, pero me da bronca, porque se encarga de acabar con el buen humor y con toda la onda que le pongo día a día… me tira abajo todo lo que hago y no me dan ganas de seguir sonriendo como si nada…

-yo sé que es una cagada, pero ¿Te acordás de esa novela que veíamos hace unos años? Que estaban dividios en NE y La resistencia…-La castaña asintió-Bueno, a nosotras nos toca resistir, siempre.

-¡Qué ganas de ser del NE!-Admitió Luana-Comida las veinticuatro horas…-Agregó soñadora.

-¡No sé cómo no lo pensé antes! La comida es la solución…

-Obvio Pao, la comida SIEMPRE es la solución-Le respondió con una sonrisa, poniéndole énfasis a “siempre”-Gracias por levantarme el ánimo siempre Paoli, no te das una idea de todo lo que significás para mí…

-¡Ay tonta! No me digas esas cosas que me pongo roja…

-Pero es en serio, sos increíble, la mejor amiga, bah, hermana, que cualquiera podría tener, y juro que me quedo corta…-Admitió.

-Me vas a hacer llorar Luani… Mejor vayamos a la cocina a buscar comida, mamá compró pan dulce y también hay bizcochitos-Agregó con alegría Paola.

-Yo no te puedo explicar lo mucho que te quiero, bah, no te quiero, te amo hermana-Finalizó abrazándola, mientras se dirigían a la cocina.

La morocha era única y nunca iba a entender por qué la había elegido a la castaña como amiga. No había persona que la hiciera cambiar de opinión. Luana estaba segura de que Paola era increíble, con todas las letras, en mayúscula, de colores, en negrita y en cursiva, y no entendía cómo podía ser amiga suya. Quizás en alguna otra vida había sido muy buena, o algo por el estilo, porque la verdad no entendía cómo el destino había cruzado a la morocha en su camino y esperaba poder devolver, aunque fuera una mínima parte, de todo lo que Paola hacía por ella.

3 comentarios:

  1. Creo que todo lo que te podía decir ya te lo dije, o bueno intenté.
    Sólo agrego que de verdad jamás pensé que en Argentina iba a tener una amiga, así que mucho menos pensé que iba a tener una hermana.
    Y sólo espero que algún día de verdad entiendas todo lo que significas para mí.
    Gracias de nuevo y mil veces más por esto que me encantó y me ha hecho tan feliz.
    Y lo repito, tengo la mejor hermana QB de la vida, y todos se pueden morir de la envidia!
    Te amoooooooooooooooooooooo!

    ResponderEliminar
  2. "-Como tu pela no hay… pero admito que Gasti es increíble también… aunque no se compara con Eric…
    -¡Bueno eh! Que hoy es día impar, así que está conmigo…" Jajajjajaja, venía enganchada leyendo la noche de recital con todo el romanticismo, y las tontas siguen hablando de Eric???? ajajajja

    Pero sí, siempre tenemos un/a amigo/a que es como hermano/a :)

    ResponderEliminar
  3. Que gracioso, yo me llamo Mariana y mi pelicula favorita es La Sirenita y estoy enamorada de Eric (sisi, es un dibujito.. que cagada)

    Amistades buenas si las hay, es esa persona que es como hablar con un espejo, te ves reflejada y te entiende. Yo creo que amor en serio.. del posta posta hay cuando hay admiración.

    Ah! Y que envidia del pelado y del rubio.. yo quiero uno asi, me me pinturrajee la cara de azul y me calle las carcajadas a besos!

    Hey, que tal la navidad? Pudieron salir algunas sonrisas? Espero que si..

    Un saludo!

    ResponderEliminar